Egipto. 2950 años atrás.
La joven Luna, quién había superado su transición a su verdadero yo luego de morir junto a su hermana, de ser asesinada por unos hombres descarreados y salvajes.
La jovencilla morena de ojos grisaceos llevaba décadas planeando su verdadera venganza contra quienes la asesinaron.
La joven princesa se hallaba sentada sobre una roca, al alcanze del Oceano Mediterraneo, la tarde caía, el sol se ocultaba lentamente en el horizonte, las suaves y frías gotas saladas marinas salpicaban a la doncella. A los ojos de los hombres incluso podría parecer esos seres mitológicos conocidos como sirenas, una ilusión tan bella y tan perfecta que pocos reconocían como real: un cabello negro oscuro, ondeado y suelto, una figura notable esbelta y perfecta. Sus razgos incluso hacían juego con el resto de su ser..
Estaba sumida en sus pensamientos, en su mayor venganza. Miles de ideas pasaban por su mente, y solo una era la correcta a sus ojos: erradicación completa. ¿Erradicación completa de qué? De los humanos, claro está.
- Cualquier diría que eres un ángel pensando en hacer el bien, sentada allí, en tu sitio de calma.
Resonó una voz rasposa, suave y tenue desde las espaldas de la doncella. La cual solo se sonrió para si y apenas ladeó el rostro al oírle decirle "ángel".
- Y cualquiera que lo pensase, estaría erroneo, mi querido Balthazar..
Replico la joven sin moverse ni un centímetro de su posición. Podía oír los pasos cercanos, aunque por primera vez en la vida desde su transición no lo había presintido kilómetros atrás, sino más bien cuando habló.
- Luna, Luna, que en la roca estás.. Dime.. ¿En que piensas? ¿En tu eternidad?
Pregunto de modo cantoril y divertido el mencionado Balthazar a medida que se paraba a su lado y fijaba su vista en el horizonte, donde la joven observaba segundos antes.
- Pensaba...en lo que podría hacerles para que paguen lo que han hecho..
Simplemente susurró la joven, él volvió la visa a ella, puso medio de lado su cabeza, entrecerrando sus ojos. Ella ladeo su rostro hacía él, fijando esos ojos tan grisaceos en los de él, que a su comparación un tono más oscuros y cambiantes a los propios.
- ¿A que te refieres, princesa?
- A un mundo mejor.. Un mundo libre de humanos.. un mundo perfecto. Tan simple y tan único como la eternidad misma..
Una sonrisa sádica asomó por los labios rojos de la muchacha. Sus ojos tomaron un brillo especial. Y él, solo se limitó a sonreírle y asentar ante ello.
Era una propuesta imposible de hacer y al mismo tiempo imposible de rechazar. ¿Un mundo perfectamente libre de humanos? Era algo que él mismo había anhelado, su condición de Guardián Mortal y Demonio lo hacían desear algo así y más que nada, ayudarle a ello. Aunque eso significaba quedarse sin sus juguetes productores de su felicidad: los humanos.
[Fin de flashback]
Charles Gold (Abraxas) había salido de su clase y posteriormente de la Universidad de Withmore con dirección a su departamento. Subió al auto que tenía el cuerpo en el cual habitaba desde hacía casi un año ya.
Una vez llegado al edificio, ingresó al mismo, no era muy lujoso ni muy llamativo el pequeño edificio, sino que pasaba desapercibido el complejo donde habitaba. Subió por las escaleras como siempre hacía y fue a la puerta de su apartamento. Tranquilo, sin problemas, abrió la puerta e ingresó.
Las luces estaban apagadas, cerró la puerta tras suya y con llave. Ya se le había hecho costumbre aquello: la vida tranquila, el enseñar y pasar sus conocimientos, ayudar a sus estudiantes, aunque claro, todo aquello era solo una cubierta para su verdadera vida y lo que realmente quería.
- Creí que llegarías más temprano..
Una voz gruesa, fría y algo distante aparentemente resonó en el pequeño departamento. Charles (Abraxas) reconoció la voz inmediatamente. Pese a no creer lo que sus oídos oían, tuvo que hacerlo al verlo sentado en uno de los modestos sillones que habían en el pequeño living que tenía el departamento.
Ese leve cosquilleo temeroso que sintió el Traveller al oírlo, no fue pasado por alto, mucho menos su mirada. Refleja una pizca de pánico. Nunca creyó que lo volvería a ver y eso era terrible señal que estuviese allí.
- No creí que... tenía una visita... Menos tuya..Balthazar. - Replico el hombre tartamudeante. El mencionado simplemente lo observaba, casi escaneándolo con la mirada.-
- Mi querido amigo.. te dije que un día regresaría.. -Su voz era fría, un tanto rasposa y desapegada.-
- ¿Por qué...por qué has..regresado ahora? - Pregunto tímidamente. No se movía, pese a que quería hacerlo, el pánico se lo impedía.-
- Porque.. mi querido amigo.. Un nuevo mundo se acerca y estaré allí para verlo.
Balthazar se levantó de su asiento, su traje parecía estar en perfectas condiciones, no arrugado no razgado, no nada. Perfecto. Su cabello rubio, más bien blanco resaltaba y hacía contraste con esos ojos grises y sin vida que traía en sí.
Dio un par de pasos hacía Charles. Sin perderlo de vista ni un instante.
- ¿“Un nuevo mundo”? -Repitio el traveller sin entender- ¿A que te refieres? - Balthazar se paró a su lado y le sonrió ladino,-
- Un mundo mejor.. libre de sobrenaturales.. -Simplemente dijo en tono bajo y calmo.- Un mundo perfectamente humano, único.. como siempre debió de ser..
- Pero sin sobrenaturales ninguno de nosotras viviría, ni tu, ni yo ni nadie -Razonaba el aparente hombre mayor.-
- En eso te equivocas, Abraxas. Yo no moriré, soy eterno al igual que las hijas de Francis, pero..si ellas mueren, todo y todos mueren con ellas -Explicó el pálido hombre.- Y tu ya has cumplido con tu deber mi querido amigo..Las has traido de regreso.
Charles (Abraxas) trago saliva, sudaba de nervios nada más. ¿Acaso solo lo había usado? Era lo que Balthazar le estaba dando a entender. ¿Pero para qué? ¿Un mundo libre, perfecto? Eso era sumamente imposible de realizar, excepto.. Claro, las había necesitado en sus cuerpos reales para poder matarlas y destruir todo y todos.
Nunca le importo su causa, su libertad, solo la limpieza general del mundo ante los sobrenaturales.
- Aún..aún puedo serte útil. -Decía tartamudeando.- ¡Tengo que ayudar a los míos! -Exclamó el hombre-
- Y lo harás -Simplemente dijo el “invitado” de la casa- Los ayudaremos con gusto..
Fue veloz al tomarlo del cuello y levantarlo por encima del suelo a pocos centímetros del mismo. Charles trataba de soltársele golpeándole el antebrazo, sus ojos se tornaron un tanto rojos por la falta de oxigeno necesario para el cuerpo y el alma misma.
Balthazar ni se inmutaba ante ello, solo murmuraba por lo bajo “Phasmatos Vector In cadite Mors Tribum Nas Levam Cruzamox Amanus! Tribum Cruzadex In cadeit Marers..!”
De a poco, la sensación del traveller fue pasando de pánico a horror y un extremo dolor que se sumaba a la falta de oxigeno que sentía, su corazó palpitaba fuertemente, hasta de podía oír el lair del mismo desde lejos. Cerró sus ojos, sintiendo y conteniendo el poco aire que entraba a su sistema. Hasta que simplemente dejo de respirar y forcejear. Su palpitar cesó. Y solo cuando Balthazar sintió que ya no respiraba y que el alma era calcinada desde adentro hacía fuera haciéndolo sangrar por los poros del rostro, solo en ese momento, el hombre de cabello platinado lo soltó, dejándolo caer al suelo sin importarle mucho el cuerpo.
< Van dos.. faltan dos > Pensó el hombre con una ladina sonrisa. Abrió la puerta de salida como si nada y salió de allí, corriendo con la puerta misma el cuerpo para darse paso al pasillo e irse de allí.
El demonio nunca se imaginó cambiar de parecer luego de tantos siglos. Alguna vez había deseado seguirle el juego a su protegida Luna, era entendible que ella lo usase como su venganza personal ¿Pero ahora? ¿Que había cambiado en él, luego de tanto y de ver que la misión de la híbrida había sido real.? Amor. Tan simple y tan puro como eso.
El amor hacía Calypso, la devastada hermana menor de las Valerious y la perdida de su hija menor la denotaron vulnerable y necesitada de amor, luego de su esposo falleciese de pena por la desapareción de Amara, de su dulce y tierna niña Amara.
Estaba claro que Balthazar era capaz de lo que fuese por la mujer que tanto amaba, incluso ir en contra de sus propios ideales y de tomar aquella venganza que alguna vez fue de Luna en contra de ella y su hermana.
“Un mundo mejor, libre de humanos es posible”. No, eso nunca sería posible, “Un mundo mejor, libre de sobrenaturales, si es posible, y esta llegando..”. Eso..eso si era posible..pronto..
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