Caía el atardecer en el poblado de Mystic Falls. El frío húmedo se notaba un poco mas con cada mínuto que transcurría.
La sed de sangre de Elena fue mayor de lo que nunca había sido, sumada a todo lo que había vivido, parecía una bomba de tiempo a punto de explotar.
La joven Petrova fue directo al bosque a saciar aquellas ansias sanguinarías que su ser le pedía. Podía oír como unos acampistas se hallaban en el sitio, uno de ellos se alejo del otro y fue entonces cuando la última doppelgänger fue tras él y bebió de su sangre, con calma, no quería drenarlo por completo, solo saciarse un poco, una vez logrado su cometido, uso la compulsión para hacer que la olvidase y lo dejo ir.
Pero no fue suficiente, fue tras el otro, al cual lo tomo del cuello por detrás de bebió de él, estaba en calma, pero mientras lo hacía oía una voz tras suyo algo que le decía «No pares..no pares hasta arrascarle la cabeza..». La petrova se motivaba ante ello y luego de aquella voz, pudo oír una risita suave y divertida.
«Tan débil a la sangre..tan débil de alma...por ello no te quiere, Elena..».
La joven fruncia el ceño mientras bebía. Estaba a punto de matarlo, drenarlo por completo y por poco lo hace hasta que aquella voz le dijo
«Él ya no es tuyo...acéptalo. No te ama y nunca mas lo hará..!»
Fue ahí cuando la joven soltó el agarre del cuello de su victima, que estaba tildado, caído, uso compulsión y la hizo olvidarla..
A velocidad vampira, la joven comenzó a correr por el bosque, aun podía oír aquella voz mientras corría por entre medio de la arbolera y hojas caídas en el suelo, raíces sobresalientes del mismo.
La joven se freno en un instante y miro hacía todos lados. Quería ver de quien provenía la voz o de donde. Pero nada se veía. Miró a todos lados, su pulso y respiración se aceleraron completamente.
- ¡SAL DE DONDE QUIERA QUE ESTÉS!
Gritó a todo pulmón la joven Doppelgänger, pudo oír una risita proveniente de algún sitio, dio un par de pasos en reversa, escuchando o queriendo escuchar bien de donde provenía, pero era imposible.
«¿Por qué habría de hacerlo, Elena?» «Acaso quieres seguir oyendo verdades del porque Damon no te ama?»
Esa voz la estaba picando demasiado con ese tema. La joven llevo sus manos a su cabeza y cerró sus ojos, hundió sus manos en su cabello y al mismo tiempo que apretaba sus ojos con todas sus fuerzas, ordenaba a la voz
- ¡SAL DE MI CABEZA!
«¿Por qué lo haría? Tienes una cabesita tan linda...tan frágil... tan llena de dolor»
- ¡BAAAAAASTAAAA!
Gritó la joven con todo el dolor y la molestia del mundo. Abrió de pronto los ojos y pudo ver una figura delante suya, vestía de negro, parecía en negro completamente, lo único que se distinguía eran sus ojos azules o grices, no estaba segura.
Cuando pudo disipar bien, la figura se fue acercando a ella y pudo verle con mas claridad.
- ¿Isobel? - Pregunto la joven confundida, la figura asentó-
- Si... ¿Te encuentras bien? -Quedando a escasos dos pasos de su hija, preocupada por como lucía. De imprevisto la abrazó, cosa que fue extraña para la joven vampiresa.- Tranquila.. ¿Que sucedió?
- No se...-Respondió con voz entrecortada, aferrándose a su.. “madre”.- No lo se... ella.. -No sabía como explicarlo.-
- ¿Ella? -Pregunto confundida la mujer mientras pasaba su mano por el cabello de su hija, a modo de calmarla.- ¿Quién era?
- No lo se... -Decía sollozando, aferrada a su madre- Se metio...se metió en mi cabeza..
- Tranquila, Elena..-Dijo mientras se le alejaba un poco de su hija.- Vuelve a casa, no creo que sea seguro que estés aquí y menos con alguien que se mete en tu cabeza. ¿De acuerdo? -Pregunto con una media sonrisa, a lo que la jovencita asentó.- Vete.. -Dijo soltándola.- Yo me quedaré a buscar a quien sea que ande por aquí..
No necesito decir mas, Elena secó sus lagrimas y salió corriendo a velocidad vampira rumba a la Mansión Salvatore, al llegar allí, abrió la puerta y la cerró de un portazo tras suya.
En el living pudo disipar sentados a su hermano, Rick, Carol y...¿Isobel? No, tenía que ser un error.. ¿Como había llegado allí tan rápido?
- Creí que te quedarías a ver quien estaba allí.. -Decía la joven mientras avanzaba hacía su madre, todos la quedaron viendo.-
- ¿Disculpa? -Pregunto confundida la vampiresa mayor.- ¿De que hablas, Elena?
- Estabas allí, me dijiste que verías quien estaba metiéndose en mi cabeza en el bosque.. -Decía casi confundida y al mismo tiempo segura de ello.- ¿Como llegaste tan rápido? -Isobel miro a su ex esposo y al resto y volvió a Elena soltando una risita.-
- Estuve aquí todo el tiempo con ellos. -Respondió la mujer- De hecho, he estado buscando en el día una casa donde quedarme y hace un rato llegue aquí.. -Explicaba ella.-
- ¿Que sucedió, amiga? - Pregunto Caroline levantándose y yendo hacía la joven.-
- Estaba...cazando en el bosque y sentí la voz de alguien metiéndose en mi cabeza y.. luego vi a alguien y era Isobel.. eras tu -Volviendo al vista hacía su amiga y luego a su madre- Dijiste que te quedarías a ver quien estaba allí.
- Estuvo aquí desde hace dos horas.. -Dijo Rick defendiendo a su...”esposa” y sus dichos.- ¿Segura que era ella.?
- ¿Quien mas podría haber sido?
De vuelta en el bosque, “Isobel” caminaba por allí como si fuese si hogar, su sitio, sus manos en los bolsillos de su chaqueta larga y de color negro con violetasia. Reía para sí pensando en lo que había hecho y como lo había hecho. Se detuvo en seco cuando sintió la presencia de alguien cerca de ella. Vio de reojo hacía el costado y distinguió una figura, conocida para ella que venía acercándose.
- ¿No crees que esta mal lo que haces? - Pregunto la mujer que se acercaba, podía notare sus mejillas rosagantes en la oscuridad mas que nada. La falsa Isobel se ladeo hacía ella y negó.-
- Nope... al contrario. -Con tono irónico mientras volvía a su camino y la mujer la seguía-
- Pudiste haberla matado, hermana.. -Ahí fue cuando la falsa Isobel se giró hacía la mujer y miró a la que decía que era su hermana.- Del susto al menos..
En eso, una bruma de color entre negro y violeta rodeo a la falsa Isobel comenzando desde abajo y ascendiendo lentamente. Toda su forma física cambio por completo, y cuando la bruma se disipó, dejo ver a la verdadera mujer que había: morena de pelo largo y liso, ojos aun mas grises con azulados resaltantes en la oscuridad, su atuendo en tonos violeta y negro (pantalón de vestir negro y camisa violeta) y sus tacos no en exceso alto.
- Quizás.. pero debe aprender a ver las diferencias, Hera -Dijo la mujer con una sonrisa.- Ademas... -haciendo una breve pausa- Sabes que no daño a mi propia sangre.. Tengo aun reglas..
Dijo la mujer como si nada. Al menos aún seguía sus reglas y eso era algo bueno, pero.. Un segundo. ¿Acaso dijo que Elena era su propia sangre? ¿Que habrá querido decir con eso?
De pronto, una pequea bruma apareció detrás de ella, haciendo aparecer una Rosa Negra en el suelo, la cual emergía del mismo y se abría con la tenue luz de Luna que llegaba de a poco a su completitud.
Ambas mujeres siguieron el camino hasta llegar a la carretera que iba directo a Mystic Falls. La verdad es que ambas se tentaban sobre si ir hacía allí o no. Se miraron entre ellas y luego al camino. La menor de ambas tenía miedo sobre si ir o no. Ambas se hicieron una seña y se dirigieron hacía el lado contrario a Mystic Falls, fundiéndose en la oscuridad que ya abrigaba por completo el sitio. A un par de kilómetros estaba la casa de Tsia Shen, así que por tanto, regresarían allí y esperarían a regresar al pueblo cuando realmente fuese necesario.
Hasta entonces... solo rondarían el sitio y se acercarían despacio a cada uno, a probarlos y protegerlos, pasando desapercibidas..
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