domingo, 26 de octubre de 2014

«The game has began»

Anteriormente...

"...Vio la sombra de alguien en la cocina y a Velocidad Vampira fue hacía allí y de un momento a otro atrapo a quien estaba allí, tomándolo por detrás del cuello y sosteniéndolo casi como si estuviese por arrancarle la cabeza."



- ¡LUNA NO LO HAGAS! -Grito Hera ingresando al sitio acompañada de otras tres figuras, quienes casi se avalanzan sobre la mujer para detenerla.

Luna obedeció y miró medio de reojo a quien sostenía con una de sus manos por el cabello y que, con su otra brazo rodeaba el cuello del hombre. El muchacho apenas pudo ver un poco de reojo a su “captora” y la misma lo soltó rápidamente al reconocerlo. Lo giró hacía ella y lo estrechó entre sus brazos de manera cálida y dulce.
Hera llevó su mano a su pecho propio a modo de calma por haber conseguido evitar que su hermana matase a la persona erronea y luego.. sufriese por lo que hizo.. Si, ambas aun tenía reglas y si rompían la mas sagrada, cualquiera de ellas... sería romperse a sí mismas y lo que mas amaban en el mundo.

- Al menos ahora no estamos viendo rodar la cabeza de Amada por el suelo.. -Dijo una vocesilla con un acento familiar y casi extranjero. Mientras, el joven que estaba estrechado en los brazos de la Valerious mayor se alejo un poco de ella y miró a la joven que hablo-

- No cantes victoria tan rápido querída prima...-Dijo con un tono sarcástico y divertido.- Hubiese sido lindo ver la tuya rodar y comprobar si hay algo dentro de esa orbe enorme que tienes sobre el cuello..

- Niños no empiecen a pelear -Pide Hera aunque conteniendose de reír, con algo de nostálgia, casi había olvidado como eran las peleas de su hijo y su sobrina.-

- ¡Él || Ella empezó! -Dijeron al únisolo ambos jóvenes y para cuando se dieron cuenta de ello, las dos mujeres dueñas de casa, reían por lo bajo-

- Hay cosas que no cambian..- Murmura la otra joven que estaba al lado de Hera mientras rueda los ojos y bufa.- ¿Podemos decirles lo que vinimos a decirles SIN que estén discutiendo, par de molestos? -Pregunto la rubiesilla cruzándose de brazos esperando respuesta de ambos, pasando su vista de uno a otra. Ambos asentaron a duras penas.- ¡Bien!

- ¿Y que..se supone que quieren decirnos? - Pregunto Hera aun tentada por la pequeña discusión de su hijo y su sobrina. Pasando su vista de su hermana al resto de los presentes.-

- Tenemos información de Abraxas -Dijo directamente la joven, seria, mientras iba hacía la mesada, reposándose sobre la misma y se ladeaba para verlos a todos.

El rostro de las hermanas Valerious se torno totalmente serio, mientras entre ellas se lanzaban una unas miradas como diciéndose algo entre ellas, algo que no se entenderia tan fácilmente ante los demás, solo ellas podían hablarse de esa forma, hablar sin hablar. Los segundos en los que callaron parecieron una eternidad, hasta que Luna con voz firme rompió aquel silecio. Quería saber que era lo que ellos sabían.

- Hablen, soy toda oídos.. -Ordeno la mujer, la rubiesilla asentó y le hizo una seña a su hermana. -

- Esta en Withmore College, fingiendo que es una maestro de Historia Sobrenatural - Hablo la otra joven con acento particular hablo con una seriedad y al mismo tiempo podía denotarse algo de..¿Miedo? No, ella nunca temía a nada, había aprendido bien de su madre.-

- ¿Se arevió a regresar y pretender que no es quién en verdad? - Preguntaba capciosa la morena mayor, luego soltó una risa burlona y suspiro.- Bien.. mientras se mantenga lejos...-Se freno un segundo y miro a los tres jovenes que las acompañaban. - ¿No sabe que estamos vivas, verdad? - Pregunto.

El rostro de Hera se volvió pálido, aun mas de lo que era y ni hablar del de su hermana mayor. Ya de por sí eran pálidas y el solo hecho de suponer que él sabía sobre ellas les hacía perder el color de su piel aún mas de lo que ya lo habían perdido siglos atrás.
La joven rubia que se había impuesto delante de su hermana y primo negó levemente. Las Valerious mayores sintieron un pequeño alivio, o al menos Hera lo hizo.

- No, él no lo sabe.

- Pero sabemos lo que planea - Decía el joven, el único varón presente mientras caminaba alrededor de la habítación, con una mano en su mentón y la otra cruzada debajo de su codo.-

- Habla, Amado. -Ordeno la menor de las hermanas Originales. El joven asentó.-

- Bien..quiere volver a Mystic Falls, a donde supuestamente moriste y sacrificar a la primer réplica que posee la Cura corriendo por sus venas.

- ¿Primer Réplica? - Pregunto la Cura viviente confundida.- ¿Jessamina? - Viendo a su hermana, la cual rodó los ojos-

- Pero ninguna Petrova posee la Cura corriendo por sus venas, Amara nunca fue curada, con ella antes de ser el Ancla. -Aclaro Luna.-

- Pero según lo que él cree, las Petrova”s y sobretodo la primer réplica lleva en su sangre parte de la Cura. -Acoto la rubia mayor.

- Morgana.. -Llamo la atención su madre, a lo que la joven que había hablado anterior mente fijo sus ojos azules en ella.- Para la creencia de todos, Amara fue curada y esa cura corrió por la sangre de sus descendientes, ningún Traveller nunca supo que paso con ella realmente. -

- No...-Comenzó a decir la otra joven rubia.- Quizás él cree que, porque curaron a Jessamina siglos atrás aun yace la cura en sus venas.. -Razonando algo más lógico.

Eso parecía tener mas sentido. La joven réplica había huido, estado al borde de la muerte y al parecer había sido hallada por esas dos brujas antes que por Abraxas. Quizás él aun la quiera para ello. Quizás aun la esté buscando para hacerle lo que quiso hacerle a Hera y que si le hizo a Hannah.

- Entonces...tendremos que hacerle una visita a nuestro querido no tan querido Abraxas -Comenzó a decir la mayor de las Valerious con una sonrisa ámplia y mostrando sus aperlados dientes. Su hermana enarcó una ceja confundida.-

- ¿Que estás planeando, hermana? -Pregunto con temor, todos la miraban a la mujer. Hera sabía que algún tipo de plan ya rondaba la mente de su hermana y eso... eso no sería bueno para alguien.-

- Tranquila.. solo quiero ver su reacción al verme -Dijo con algo de ironía y una especie de dulzura en su voz.- Si queire ir a Mystic Falls, alguien ya tendrá que estar allí y ¿Quien mejor que alguien que conoce el sitio para protegerlos desde adentro? -Preguntaba acercándose a paso lento a su melliza no idéntica.-

Hera cerró los ojos y suspiro pesado. Ahora si, temía por lo que pasaba por la mente de su hermana, por lo que presentía que le pediría. Tanto que se había contenido de acercarse directamente a ellos, a su “viejo hogar” desde su regreso, que ahora sabía que tenía que volver y, posiblemente ver al amor de su eternidad de cerca y no sabía si se contendría de hacer algo.

- Debo ir yo al pueblo y quedarme allí ¿Es eso lo que quieres decir, Génesis? - Le pregunto a medida que reabría sus ojos y miraba directo a los de su hermana, por primera vez en siglos la había llamado por su primer nombre. La mencionada asentó sin quitar su sonrisa.- Geníal..

La joven mujer se giró con dirección a la sala, debatiéndose en su mente que haría, que sentiría, si podría o no el impulso de abrazarlo, besarlo al verlo en caso que pasase. Subió las escaleras, sumida en sus pensamientos y fue directo a su habitación a empacar.
Llevaría todo lo necesario, incluso su viejo “Grimorio de Fuego” como ella solía decirle.
Abajo todos se quedaron debatiendo lo que harían de ahora en más. Como se dispersarían y quién iría a avisarle a Jess lo que sucedía y que aún era buscada.


Pasadas un par de horas. Luna llego a Withmore en una camioneta negra, con placa de San Francisco. La mujer se bajo del mismo y con ella, bajo su maletín y una carpeta negra entre su antebrazo y mano. Se dirigio hacía la entrada, donde el Rector la estaba esperando. Un hombre de no mas de 50 años, de traje gris y camisa blanca.

- Usted debe ser el Rector Higdent. - Dijo la mujer mientras pasaba el maletín de una mano a la otra intentando no dejar caer su carpeta , estirando su mano libre hacía el hombre, con una sonrisa amplía..-

- Y usted es la Dra. Sanders ¿Verdad? -La mujer asentó a medida que él hombre estrechaba su mano con la de ella.- Bienvenida a Withmore College.

- ¡Muchas Gracias! -A los pocos segundos suelta su mano y vuelve a cambiar su maletín de mano.- Recibió mi recado, ¿Verdad? - El hombre asentó.-

- Claro que si. -El hombre apenas sonreía, una tenue mas parecida a una mueca que a una sonrisa como era debida.- Aun no entiendo porque ha elegido nuestra Institución.

Dijo el hombre dándole paso para que ingresase. Ella acepto haciendo una cordial reverencia con la cabeza, como señal de agradecimiento, y ambos se pusieron a caminar por los pasillos a paso lento mientras hablaban, pasillos que se hallaban vacios por un rato ya que era casi la hora final de las clases de ese horario.

- Y cuénteme, Dra. Sanders.. -Comenzó a decir el hombre y ella ladeo el rostro hacía él.- ¿De que trata su tésis? ¿Por que ha elegido el tema que ha elegido? - preguntaba curioso con ambas manos propias entrelazadas entre sí.-

- Verá.. Es la Historia Sobrenatural lo que mas me atrae, he estado investigando sobre Anclaje y Purgatorios Supernaturales -Explicaba la mujer casi, hasta podría pasar por una joven mujer que ansiaba aprender sobre lo desconocido, pero no. Era buena fingiendo.-

- Ajam..-Simplemente musito el hombre mientras asentaba.- Entonces el Dr. Gold le será de mucha ayuda.

No habían notado que mientras caminaban, habían llegado a la oficina del mencionado Dr.Gold. El Rector se paró de costado al lado de la puerta y golpeo la puerta dos veces. Cuando un simple «Adelante» se escuchó desde adentro, él Rector ingresó primero y se acercó al escritorio del cual, el profesor se levantó y estrecho la mano de su jefe.

- Dr. Gold, la Dra. Sanders hará una tésis sobre la historia Sobrenatural y requiere su ayuda.

- Perfecto...No hay problema, lo que sea que necesite la Doctora lo tendr...-Iba a terminar de decir la frase cuando vio a una morena de ojos grises y un atuendo poco llamativo ingresar por la puerta, su cabello recogido en una coleta y su sonrisa amplia daba directo a él.

- ¡Excelente.! -Comenzó a decir el Rector. Quién se ladeo y señalo a la mujer.- Doctora Génesis Sanders, le presento al Doctor y Profesor de Cátedra Charles Gold.

Charles no podía creer lo que veía, esa mujer era la viva imagen de..¡No! Ella no podía estar allí, no podía ser que tuviese otra réplica, incluso más exacta que las que han estado los últimos siglos.
Su rostro se volvió pálido, sus ojos, un poco mas y se volvían blancos, como dos orbes sin vida, sin nada en ellos. La mujer se acercaba a paso calmo, despreocupada, sonriendo de par en par, casi como burlándosele en su propio rostro.

- Un placer conocerlo, Doctor Gold -Dijo la mujer con voz suave y jovial. Extendiendo su mano hacía el hombre.-

- El...placer es mío... Doctora.

El hombre dudo por un instante sobre si tomar su mano, pero al final cedió y lo hizo, la estrecho fuerte, manteniendo fija su mirada en esas orbes grisaceas azuladas que la mujer poseía. Al tocarla lo pudo sentir, y viceversa. Era ella. Era él. No habían mas dudas. Solo ellos dos sabían quienes eran entre ellos.
Luego de unos segundos ambos se soltaron y se quedaron viendo el uno al otro. Esa rivalidad desafiante que tenían el uno con el otro aflorada entre los ojos de ambos.
De un momento a otro, el Rector dijo algo y simplemente se despidió de la mujer tocando su hombro y murmurando un «te dejo en buenas manos».
Solo había una cosa segura ahora... El juego estaba empezando.

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