viernes, 31 de octubre de 2014

«Desempaque, curiosidad y guía»

La ahora renombrada Tiara, quién realmente era Hera fue directo a la habitación que sería suya durante su estancia allí. Subió uno de sus bolsos a la cama y comenzó a desempacar despacio y acomodando la ropa en el closet. Torie, su “compañera” de convivencia además de su hija se reposo en el marco de la puerta y la quedo viendo mientras su madre desempacaba a duras penas.
Podía notar su energía y lo que sentía. Era mas que evidente, se quedo en silencio observándola, hasta que la mujer misma comenzó a hablar.



- Aún no me has dicho que haces aquí, Torie..- Preguntó sin dejar de hacer lo que hacía, pero viéndola de reojo. La jovencilla se asombró por la pregunta y suspiró pesado, relamió sus labios y luego simplemente dijo.-

- Amado me llamo y me pidió que viniese a hacerte compañía.

- ¿Amado? -Repitió la mujer y luego rodó los ojos, sabía que no la dejarían sola pero no pensó que su hija mediana sería quien estuviese allí.- ¿Vas a vigilarme a mi o vienes a ver a alguien más? ¿A comprobar con tus ojos algo? -Preguntó capciosa girándose a la joven.-

- No..- Media dudosa de su propia respuesta. Su madre la quedo viendo seria y con una ceja media enarcada.- ¡Bien! Si, quería comprobarlo por mi misma, ¡¿De acuerdo?! -Hera soltó una risita, adoraba ver como su hija explotaba ante su mirada, como siempre había sido.

La joven suspiró pesado y rodó los ojos, descruzó sus brazos y fue hacía la cama, casi caminando pesadamente, y de tal forma se dejo caer en la misma, con su mirada a un costado. Su madre dejo la ropa que tenía en su mano sobre el bolso y se sentó junto a ella, entrelazó la mano propia con la de la joven y la miró de manera dulce.

- Él no recuerda nada, mi cielo. Apenas..sabe quién es ahora.. -Musitó suave, -

- Lo sé.. -susurró la cobriza.- Es solo que aun no me quito esa imagen de ustedes..

Dice a medida que levanta su mirada, sus ojos avellana parecían inundarse de a poco con el solo hecho de recordar aquella última vez que vio a sus padres juntos. Esa imagen de haberlos hallado de tal forma, luego de una emboscada tanto a ellos como a sus tíos había sido demasiado para la joven, y para su hermano y primas ni que hablar.

- Ay mi pequeña.. -Dijo la mujer a medida que la atraía hacía ella y la abraza, apoyando su mentón sobre la cabeza de la joven.- Shh..eso no volverá a suceder. Lo prometo.

- Pero.. ¿Y padre? ¿Que haremos con eso? - Pregunto la muchacha, aferrada a su madre, casi como una niña pequeña. Hera no sabía bien que responder ante ello. La joven se alejo unos centímetro de ella y la miró directo a los ojos.- Debemos hacer algo.. ¿O no? -Confundida.-

- Bueeno.. Emm..- Aclarándose la garganta.- Digamos que si... Emm.. él no nos recuerda..deberíamos dejar que las cosas fluyan solas..

Dice algo nerviosa. Pero ni ella misma se creía lo que decía. ¿Fluir solas? Lo dudaba. No siempre que las cosas fluían solas salían bien, y menos cuando se trataba de la memoria de una persona. Algo bloqueaba la memoria del hombre en cuestión, solo necesitaba tiempo para desbloquearse o.. desbloquearla. Se paró rápidamente y volvió a lo suya, tratando de no pensar en ello.

- Madre..Iré a.. hacer unas compras ¿Si? -Decía y la mujer asentó sin verla, queriendoevitar que viese sus ojos humedecerse.- Cualquier cosa me llamas ¿Si? -La mujer volvió a asentar y la joven salió de allí.

Pudo oírla tomar las llaves y salir de la casa. Hera dejo la ropa por un instante y se sentó al borde la cama. Por primera vez en mucho tiempo dejo salir en pequeñas lagrimas todo lo que llevaba siglos guardado dentro de su alma, de su ser. Cerró sus ojos y corrió la vista hacía un lado, no creyó que aquella horrible y terrible imagen de ellos cuatro caídos, abatidos por una maldita trampa impuesta por quienes alguna vez fueron sus disípulos hubiese causado tanto estrago demasiado dolor a quienes mas amaba.
No quería ni pensaba en permitir que otra vez sucediese lo mismo, no iba a repetir la historia. Y si conocía a su hermana tanto como lo hacía, tampoco lo permitiría. Ambas, por culpa de su “condena” habían cambiado demasiado con cada vida, aunque la base de ambas persistía, a veces sacaba lo mejor, otras lo peor. Pero eran las únicas que cambiaban. Sus amores nunca cambiaron. Eran los mismos (fisicamente hablando) y algunas veces podían olvidarse de sí mismos, su memoria, pero siempre la recuperaban..

Aunque le quedaba una sola duda a la menor de las Valerious, una duda que mortificaba su mente. Si ellas habían regresado a sus cuerpos, si, de cierta forma su gran y verdadero amor también lo había hecho y aún hoy estaba allí ¿Donde estaba el gran amor de su hermana, el cuarto abatido en aquella horrible trampa que les fue tendida.? Por que él también tendría que haber regresado, tal como lo hizo anteriormente, igual que ellas, distintas vidas, nombre pero misma alma.. ¿Donde estaba él?


Greek Valley. La residencia donde habían estado las hermanas durante un tiempo luego de su regreso ahora era habitada por Tsia, la confidente y aliada mas antigua de las Originales de Originales. Un hombre de aparecia joven, traía puesta una chaqueta de cuero negro abierta, una camisa tenue debajo que se podía notar bien, un pantalón de cuero negro y unas botas haciendo juego. Sus ojos azules resaltaban entre los razgos de su rostro y traía en su mano derecha una brújula, la cual parecía marcarle el camino hacía la casa mas grande de la cuadra. Miró bien la brújula y lueog paso su mirada de la misma hacía la casa y viceversa.

Sonrió ladino y dio un par de pasos hacía la misma, se paró en el portico no parecía tener prisa ni mucho menos. Guardó el objeto que yacía entre su mano en el bolsillo derecho del lado de adentro de su chaqueta y se preparo mentalmente, de cierta manera, para el que él creía el mejor encuentro de su..¿Vida? No, no, de su eternidad. Luego de siglos la vería tal cual era, el gran amor de toda su vida.
Todo el timbre y esperó. Mientras, miraba medio de costado el sitio que rodeaba a la casona, era tranquilo, incluso demasiado como para que ella estuviese allí, pero aún así, era agradable un poco de paz luego de tanto.

La puerta se abrió y él se colocó de frente a la misma con una sonrisa ladina y amplía, mostrando sus blancos dientes y su mirada de ternura y ansia, pero ello cambio cuando no vio a la persona que quería o creía que estaba allí. Frunció el ceño y borró su sonrisa.

- Busco a Génesis Valerious.. Sé que aquí vive. -Dijo sin rodeos ante la ante mujer de razgos asiátivos tenues. La cual se extraño al oír que alguien llamaba a Luna por su nombre real.-

- Creo que se equivocó de sitio, señor. Tenga Buen día. -Iba a cerrarle la puerta, pero él pie del hombre se interpuso rápidamente, Tsia reabrió la puerta y lo quedo viendo.-

- Shen... Sin juegos.. ¿Donde esta? - Sabía quién era realmente. Lamentablemente para ambos, se conocían muy bien desde hacía tiempo, pese a las vidas que pasaron entre medio. La mujer rodó los ojos y bufó por lo bajo, él solo la miraba atento y expectante, con una ceja enarcada y una sonrisa muy muy tenue ladina.- No me hagas decirte por tu nombre.. -Advertía divertido.-

- Está terminando algo a un par de kilómetro de aquí. No intervengas, Alexander. -Advirtió la mujer muy seriamente.-

- Bien.. solo dame la dirección donde esta y me iré. -Cruzándose de brazos. La mujer rodó la cabeza a medida que rodaba los ojos,- Vamos.. se buena conmigo tanto como fuiste buena con ellas..

- Bien.. -Entró un poco hacía la casa, al pequeño mueble al lado de la entrada y anoto algo en un papel. Regresó rápidamente y se lo entrego, cosa que él miró.- Dudo que tengas problemas en hallarla... después de todo, llegaste hasta aquí.

El hombre hizo un ademán con la cabeza, pensando y tenía razón, había llegado hasta allí, tan solo con su brújula, podría llegar a donde quisiera. Sobretodo si se concentraba en ella particularmente. Abrió el papel que Tsia le había dado, lo leyó y lo volvió a cerrar. Levantó la mirada hacía la mujer y le hizo un ademán en agradecimiento, el cual fue correspondido.
Pasados unos segundos el hombre se giró en dirección a la calle y emprendió su camino hacía Mystic Falls..

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