La noche caía, las horas se habían pasado y la misma llegaba esplendorosa y brillante, sin luna, solo una clara noche asomandoEn Withmore, Charles Gold, o mejor dicho Abraxas estaba terminando sus últimos planes, sus últimos detalles para completar el plan: quería doblegar a las brujas y hacerlas pagar por todo lo que han causado, todo el dolor y el sufrimiento, pero más importante. Quería que ambas muriese así el hechizo, la maldición que pusieron sobre él y los suyos al fin sería destruido.
- Veo que estás concentrado.. -Sonó la voz de una mujer con un acento particular. Charles levantó la mirada hacía ella y fijo sus ojos castaños casi verdosos en la misma.-
- Y tu deberías estar en otro sitio según yo. -Replico el hombre. Ella soltó una risita.-
- Tranquilo.. ya todo esta bajo control. -Informó la mujer a medida que se acercaba hacía el escritorio y se sentaba sobre el mismo con dirección hacía él.- Isobel esta muerta. Luna la ha de estar llorando desesperadamente.. -Haciendo un pequeño puchero irónico para luego soltar una risita.-
- Nunca entenderé el porque de que te hayas unido a nosotros querida.. -Tirándose hacía atrás en su asiento, cruzando las manos, estudiando con la mirada a la mujer.-
- Podría decirse que.. -Su acento seductor y calmo podían hacer delirar a cualquier hombre, pero sabía que no a él.- Fui traicionada por mis propias hermanas no una, sino dos veces, luego por mis sobrinos..
- Bien.. Pero aún no me has dicho que es lo que realmente quieres.. -Replico el hombre, sabía que quería venganza pero lo que realmente quería era un misterio para él.-
- Quiero lo que todos quieren.. -Simplemente dijo.- Un mundo libre de magia antinatural.. -Fue todo lo dijo.- Y sé que es posible.. si destruimos a mis no tan queridas hermanas mayores..
Una sonrisa sádica y perturbante para cualquier sujeto asomó por los labios de la jovensuela. Al parecer quería destruir a sus hermanas pero.. ¿Quienes eran en realidad sus hermanas?. Si se unió a Abraxas significa odio hacía, no solo los sobrenaturales, si no que además un odio particular hacía dos personas específicas.
- Ya debo irme.. -Decía bajándose del escritorio y yendo hacía la puerta de salida.- Te diré si hay algún cambio en el plan.
- Marishka.. -Llamo el hombre, ante lo que ella se ladeo un poco hacía él y clavo sus ojos castaños con bordes verdosos oscuros.- ¿Segura que Flemming murió?
- Por supuesto que si, “Charles”.. -Respondió ella con su sonrisita dulce y algo irónica.- Yo misma la mate..
Amplió un poco más su sonrisa y le lanzó un beso aéreo. Acto seguido volvió a su camino y salió de la habitación, caminando por el pasillo de Withmore College, cruzándose con algún que otro alumno que pasaba por allí. La mujer, por su belleza natural se llevaba alguna que otra mirada deseante o piropos incluso. Pero ella simplemente seguía su camino hasta la salida, abriendo la misma de par en par.
De regreso a Mystic Falls, a la residencia de las Black´s. Luna estaba furiosa, frustrada, tomaba cualquier objeto pequeño o grande, no le importaba que fuese. Lo lanzaba contra la pared con todas sus fuerzas, volviendo a los que fuesen de cristal pequeños pedazos brillantes.
Sus ojos estaban opacos, ya no reflejaban ese tono grisaceo azulado que era tan característico de ella. El delineador que llevaba en sus ojos se escurría por sus mejillas, creando pequeñas lineas negras en descendencia hacía sus labios.
Las pequeñas gotas saladas que se escurrían por los mismos chocaban en la comisura de sus labios y otros simplemente caían suelo. El dolor, la ira, la frustración la agobiaban por primera vez en mucho tiempo a la Híbrida.
No había podído salvar a su hija, a su propia carne de su carne, su propia sangre. Pero más que nada.. se sentía traicionada por la persona que menos había creído que la traicionaría, su hermana menor.. : Calypso.
Flashback.
La nota llego a la bruja mayor y sin dudar un segundo, Luna y su esposo Alexander fueron tras la que fue y es su hija. No iban a permitirse perderle de nuevo, menos de esa forma.
La noticia de que Isobel había sido atrapada por Travellers llegó a los oídos de los jóvenes vampiros residentes del pueblo, incluyendo a la hija de la misma.
Luna llego antes que ellos. Una vez allí, los ojos gris-azules de la híbrida se posaron en la figura que yacía en el suelo .Isobel estaba abatida en el suelo, sus ojos permanecían cerrados, estaba en un posición casi fetal en el suelo.
Luna quiso ser rápida e ir en su ayuda pero algo la repelió. Una vez que se acercó a la joven, una especie de barrera la lanzó a un par de metros de allí. Nunca en siglos había sucedido algo así y eso extraño a Alexander el cual trato de acercarse pero lo electrocutó prácticamente.
Ninguno de los dos podía cercársele a la mujer que yacía en el suelo.
Isobel apenas se removió, entreabriendo tenuemente sus ojos.
Luna se levantó rápidamente luego de golpearse un poco la cabeza luego de la expulsión que sufrió. Puso sus manos hacía donde estaba su hija, palmas hacía ella, conjuro un pequeño hechizo, el cual fue repelido. Pese a que la mujer puso toda su energía en ello. No pudo traspasarlo.
- ¿Que tipo de magia es esa?
Apenas dijo a medida que bajaba sus manos, nunca antes se había topado con una magia similar, o al menos no de una bruja normal.
- ¿Que ha pasado, amor?
Decía acercándose Alexander y posándose al lado de su esposa, sobándose un poco la cabeza que le comenzó a doler a causa del golpe. En la cabeza.
- Es una magia fuera de lo normal. -Simplemente dijo la híbrida, cosa que le extraño a su esposo, él cual le dedico una mirada confusa.-
- Eso es nuevo. ¿Nadie conocido? -Pregunto sin salir de su asombro, pero disimulado.-
- Ni brujas, ni Travellers. -Dijo sin perder de vista a su hija. El hombre a su lado volvió la vista hacía la misma dirección.-
- No tenemos oportunidad. ¿Verdad? -Temiendo lo peor-
- No. No la tenemos.. -Dijo a duras penas la mujer, ladeando su vista hacía él, con la cual se encontró.
Un ruido. La híbrida los sintió, se quedo escuchándolos atenta. Una figura se hizo presente al costado del circulo de magia que rodeaba a su hija. Una figura conocida por ella y por el hombre.
- Hermana.. -Dijo casi con una sonrisa alegre. Fijando sus ojos en ellos.-
- ¡Calypso ten cuidado que esa magia es peligrosa! -Advertía la híbrida a su hermana, menor.-
- ¿Peligrosa? -Su acento al igual que su tono disminuyeron un poco.- ¿Como podría ser peligrosa? -Dando un paso dentro del circulo que rodeaba a la vampiresa caída.
Luna quedo viendo a su hermana, disimulando su asombro, aunque luego de unos segundos comprendió de que se trataba. Enarco una ceja y frunció los labios.
- ¿Por que no la repele como a nosotros? -Pregunto Alexander en voz baja a su esposa.-
- Porque fue ella quién puso ese circulo.. -Casi como si fuese una obviedad. La sonrisa irónica que se formo en los labios de la hermana menor fue aún más amplia.- La pregunta es ¿por qué, Calypso? -Cruzándose de brazos.-
- Mmm.. -Hizo un ruidito mientras se hacía la que pensaba y se colocaba tras la figura caída.- Veamos.. ¿porque será? -Preguntaba irónica- Oh si, ha de ser porque mataron a mi hija por tu culpa.. -Como si fuese lo más obvio.
- Tu hija fue convertida en vampiro y Ancla. -Explicó la mayor.- Encontró paz luego de dos milenios. Se acabó, hermana.
- Claro que no se ha acabado. -Dijo firme.- Quiero que sientas lo que sentí al ver a mi hija pedir que la matasen y que luego muriese.. -Estaba dolida, furiosa y trataba de contenerlo.
Una pequeña estaca de madera apareció en su mano. Su respiración se agito demasido y de un solo golpe levantó a la vampiresa caída, aún quedando tras ella. Luna avanzó hacía ellas, intervenir, pero el hechizo aislatorio que tenía puesto la menor de las hermanas y su presa se lo impedían.
- Hermana.. -Su voz bajó, se volvió tenue, casi suplicante, extendió una mano hacía ellas.- Es mi hija.. no lo hagas..
Luna Valerious ¿Suplicando? Eso era algo extraño de ver, ella nunca suplicaba. Por el contrario, le fascinaba ver que le suplicasen, pero lo estaba haciendo. No se trataba de cualquier presa, sino de su hija, su última hija.
Isobel empezaba a reaccionar un poco, muy poco. Estaba demasiado débil, no se daba cuenta de que estaba pasando realmente a su alrededor, ni lo que le esperaba.
- ¿Que no lo haga? - Pregunto irónica Calypso.- ¡No me hagas reír, Luna! -Levantando un poco el tono de voz. Volvió a bajarlo rápidamente.- Quiero que sientas lo que yo sentí..
Simplemente dijo y de un momento a otro. Los ojos de Isobel se abrieron de par en par. Un grito agudo de la híbrida mayor resonó por todo el bosque. Isobel volvió a caer al suelo, de rodillas. Y luego completamente, pero aún seguía consciente: La estaca había sido clavada en su espalda, cerca de su corazón.
Calypso desapareció de allí, dejando aún el circulo alrededor de la vampiresa. Quería que su hermana sufriese viéndola sin poder hacer nada por salvar.
Luna se arrodillo cerca de donde estaba la cabeza de su hija, quería que la viese aún, que la escuchase.
- Isobel.. Isobel mírame.. -Exigia la mujer. La caída comenzaba a sentir la falta de aire de a poco,- ¡Marilyn mírame!
Fue ahí cuando la vampiresa menor apenas levantó la vista hacia la mujer que la acompañaba. Solo su madre la llamaba así, solo lo hacía cuando quería que la oyese.
Los ojos grisaceos de ambas mujeres empezaron a humedecerse, llenarse de lagrimas. Luna no podía creerlo, simplemente no podía hacer nada. Por primera vez en siglos se sentía impotente ante algo.
- Marylin, no cierres los ojos, por favor. No lo hagas.. -Pedía la mujer. Isobel oedeció por unos momentos. Fijando su mirada en ella.- Mami te ama. ¿Me oíste? Mami te ama con todo su ser.. -
Isobel cerró sus ojos en contra de lo que la mujer pidió. Las lagrimas cayeron en el suelo, mojando la tierra que había allí. Se disecó por completo, su corazón se detuvo por completo. Parecía en paz, en calma con esas últimas palabras, que en el fondo, sabía que eran reales.
Luna cerró sus ojos y las lagrimas afloraron por sus mejillas cayendo y golpeando contra la tierra. «Mami te ama» Repitió en voz baja por última vez.
Solo allí..el escudo que rodeaba a Isobel se desvaneció.
Ninguno de los presentes notó la presencia de otras personas que estaba allí. Otros presentes que observaban y oían esa escena tan triste y..horrible.
- Amor.. -Trata de llamar la atención Alexander a su esposa. La cual levantó la vista hacía él, el cual le hizo una seña.- Tenemos compañía..
La híbrida dirigió su vista hacía donde su esposo le señaló y consiguió ver a tres figuras.: Stefan, Rick y Elena. La cual, tenía una mano recubriendo su boca, asombrada por lo que había oído.
Rápidamente, Luna se levantó y se quedo allí, parada, viéndoles durante unos segundos. Esperando lo peor. Su reflejaba su tristeza, su impotencia, Sus ojos estaban opacos, dilatados y humedos.
Una bruma violeta la recubrió a ella y a Alexander llevándolos al único lugar donde estaría bien: la casa de su hermana Hera.
Fin de Flashback.
- ¡VA A PAGARMELAS! -gritaba la híbrida furiosa, sacada de sí, sus colmillos estaban a plena vista, sus ojos, rojos. Su piel más pálida de lo normal.
- ¡Primero deberás calmarte! -Ordenaba Hera intentando tranquilizarla. Ella no escuchaba, estaba tan sumida en lanzar cosas para dejar salir su rabia.-¡GÉNESIS VALERIOUS TE CALMAS! -Ordeno la Cura usando un hechizo y lanzándola contra la pared.
Alexander iba a intervenir, pero Torie, su sobrina lo freno antes de tiempo y lo alejo un poco hacía atrás. Si conseguía intervenir era probable que quedase en el fuego cruzado de su esposa y la hermana de la misma.
Luna chocó contra la pared, haciendo un agujero en la misma. Rápidamente se levantó y lanzó un contraataque. El cual fue esquivado por su hermana.
Estaban usando toda su energía. Eso era lo que Hera quería: que se descargase, que solo así se calmaría. Entendía su frustración y su pena.
Pasaron los minutos. Los ruidos estruendosos que provocaban las dos brujas en su afán por “calmar” a un de las mismas estaba molestando un poco a los vecinos, y eso hizo que llamasen a la policia.
La Sheriff no vino sola, menos con la descripción que los vecinos dieron, decidió llamar a su hija y a Elena por las dudas que fuese algo más que una simple “discusión familiar”.
Llegaron al sitio, llamaron a la puerta y una jovencilla atendió amablemente, dedicándoles una sonrisa tenue y cálida. Que casi se borra al ver el rostro de Elena, conocía ese rostro pero.. no era la misma persona con la que la confundiría.
- ¿Puedo ayudarles? -Simplemente pregunto la joven.-
- Si, los vecinos han llamado por disturbios. -Respondió la Sheriff preocupada pero manteniéndose firme.-
- Lo siento, Sheriff. No se a que se refie.. -pero se vio frenada por una especie de explosión proveniente de dentro de la casa.
Los nervios se hicieron presentes en la rubia en jefe. Pero, ladeo su vista a su hija y amiga de esta. Las cuales estaban escuchando. Le hicieron una seña a la sheriff y esta ingresó con cautela pasando por al lado de la joven que atendió. Al igual que las vampiresas. Quienes pasaron delante de la misma y al entrar vieron el caos que había allí.
Siguieron el camino hacía la cocina y el desastre proseguía, la puerta que daba al parque trasero estaba destrozada y.. ¡BUM! Por poco un hechizo da en una de ellas. Fueron rápidas y lo esquivaron.
- ¡¿QUE SIGNIFICA ESTO?! -Gritaba la Sheriff pasando por al lado de su hija. Sosteniendo disimuladamente la punta de su pistola.
Las dos mujeres que estaban peleando frenaron unos segundos. Estaban agitadas, parecían exhaustas incluso. Cosa extraña.
Elena fijo su vista en una de ellas. La mujer también fijo su vista en ella. Detalle que no paso desapercibido para nadie.
- Elena.. -Llamo la atención Liz, por lo bajo.- ¿La conoces? -Pregunto confundida ante su mirada.-
- Si..-Simplemente susurró.- Estaba cuando murió Isobel.
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